Volver desde el corazón

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Tengo hambre, sí, será porque está terminando el día de ayuno, porque termina de empezar el tiempo de la Cuaresma, un tiempo especial, breve -sólo 40 días- y al mismo tiempo en ocasiones demasiado largo.


Y comienzo este tiempo poniendo al día este blog y saldando ciertas deudas. "Escribe".. pues eso hago.


Y lo hago para comentar una Palabra que escuchaba en la eucaristía de hoy "Convertíos a mí con todo el corazón... con ayuno, con llanto, con duelo".


¿Qué es lo que tenemos por delante estos días? ¿Es un tiempo de lamentar el mal del mundo y el mal que yo mismo causo? ¿Es un tiempo para "convencer" a Dios de que todavía merece la pena intentar salvar mi alma y el alma de mi mungo? Porque en ocasiones pensamos que los sacrificios y los ayunos tienen esta función: pagar a Dios sus "servicios"


Convertirse...¿significa ser otra cosa? Pues a mi edad estoy para poco cambio.


El texto de Joel (2,12) dice más bien "Volved a mí" "en el corazón o con el corazón"... Volver... o más bien "tornar" que es lo que se hace cuando se ha extraviado el camino, cuando se corrige la rua para regresar a casa.


Y volver con el corazón, porque ese músculo acaba siendo nuestra más poderosa fuerza de gravedad, la que nos arrastra hacia las cosas que queremos y, a veces, nos empuja hacia las cosas que simplemente deseamos, perdiéndonos lejos de las cosas que queremos.


Estos días especiales son los días de volver, y de volver con el corazón.

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